La aventura prodigiosa…

vecinosCada día uno tiene que convivir con sus propios vecinos. Con ellos comparte los silencios eternos del ascensor, las sonrisas forzadas al entrar o salir por la puerta, las reuniones interminables de la comunidad… pero también las alegrías de cada día: el trabajo que ha encontrado el niño de la vecina del 5º, la nueva nieta del vecino del 1º o simplemente se comparte un poco de sal.

En este mundo virtual de blogeros y piratas es difícil encontrar vecinos, «pero haberlos haylos». Hoy presento, con sencillez y humildad, a un nuevo vecino en este nuestro barrio de los blogs. Colóquenle ustedes en el piso que quieran; si lo ponen en el piso de arriba no les dará ruido por las noches… solo los viernes y sábados que es cuando se dedica a ver películas de cine. El cine le encanta y a través de su blog nos dejará maravillosas explicaciones del rodaje, descripciones profundas de los personajes, ideas lúcidas, comentarios brillantes y nos enseñará, seguro, a descubrir y amar al que dicen que es el séptimo arte…

Pero más allá del cine y más allá de las historias que pudiese contar (como buen cuentacuentos que es) les quiero recomendar a este «vecino» del blog porque ha hecho de su vida «una aventura prodigiosa» y eso es lo que quiere compartir a través de internet. No esperen juegos de magia, ni conejos salidos de la chistera… atrévanse a mirar a la vida a la cara, en el día a día, en lo cotidiano… en lo que de aventura realmente tiene la vida. Atrévanse a saludar al vecino y hacer que eso sea algo alucinante y grandioso. Tal vez así, viviendo cada pequeño detalle con gran intensidad, la vida de cada uno, la vida de cada día, será una aventura prodigiosa. Yo ya lo estoy haciendo. A ustedes les dejo en enlace por si quieren «picar».

La aventura prodigiosa

Y a ti, Sergio, solo decirte bienvenido a este blogque de vecinos.